Alguien estos días me preguntaba, si consideraba que Arboletes es un pueblo romántico y por qué; sinceramente le respondí, para mí sin duda es romántico, pero eso depende mucho del concepto que tú tengas de romanticismo.
Por ejemplo es un pueblo pequeño a orillas del mar, donde los vecinos se conocen y se llaman por el nombre de pila, la gente se acerca al turista con confianza y ofrece sus servicios sin ningún temor y le hablan como si le conocieran de toda la vida, las muchachas de piel canela sonríen al pasar y aun se atreven a dar los buenos días mirando a los ojos, para mí eso es romántico.
Allí en arboletes hay dos tipos de playas: unas bulliciosas, llenas de turistas, vendedores de frutas y mariscos, equipos a todo volumen, quioscos donde venden ricas y frías cervezas, muchachos jugando futbol y chicas de piel morena haciendo trencitas y las otras son playas más tranquilas, solitarias y con hoteles exclusivos muy cercanos por ejemplo las playas que quedan frente a Crucero Hotel son playas que parecen diseñadas para enamorados, allí el vaivén de las olas es más suave, los besos más dulces, las palabras más profundas… eso también es romántico.
Esas preciosas puestas de sol, donde parece que el mar se bebiera el sol poco a poco, como si estuviera apreciando un buen vino, eso también es romántico.
Esas alegres y frescas noches en el municipio de Arboletes también son muy románticas, cuando llegas con tu novia al parque y el vendedor de artesanías te ofrece unos caracoles tallados con figuras de paticos y te brinda la posibilidad de escribir con marcador de tinta dorada tu nombre junto al de ella, como un recuerdo de que los dos estuvieron en ese paraíso llamado Arboletes. Sin duda eso también es romántico.